Asertividad, una cualidad positiva para el trabajo
El poder comunicar nuestros pensamientos y puntos de vista de manera adecuada al hablar (franca, clara y directa), sin ser agresivos ni despectivos, es una cualidad importante en el ambiente laboral.
En el trabajo solemos estar en una constante interacción con diversos tipos de personas y no siempre es fácil poder comunicarnos. Nos puede tocar tratar con clientes, jefes o compañeros agresivos, demandantes, negativos y difíciles; y el poder concluir la interacción de una manera positiva o beneficiosa para ambas partes puede llegar a ser todo un reto.
Un beneficio importante de la asertividad en el trabajo, es la disminución del estrés laboral. En muchas ocasiones nos hemos encontrado en la situación en que se nos pide (y en algunas ocasiones exige) que realicemos tareas que no nos corresponden o que nos quedemos más tiempo para realizar ciertas actividades, seguramente no te has negado ya sea por pena o miedo a la reacción de la otra persona, y con esto te sobrecargas de trabajo y extiendes tu horario laboral; sintiéndote molesto posteriormente y creando cierto grado de estrés. Y el problema llega cuando estas situaciones son comunes, logrando crear niveles de estrés altos y disminuyendo tu productividad.
Una pregunta importante ahora es, ¿cómo puedo desarrollar mi asertividad? Estas son algunas recomendaciones para que puedas mejorar tu comunicación asertiva en el entorno laboral:
1. Reconoce tu valor y acepta las diferencias
Debes tener confianza en ti mismo para poder abrirte con los demás, es imprescindible respetarse uno mismo y con ello entender que todos somos diferentes y que pueden variar nuestras opiniones / percepciones.
2. Conoce y respeta tus límites
Es indispensable conocer los límites de uno mismo y respetarlos, saber decir “no” cuando no se desee o pueda hacer algo, siempre con respeto hacia los demás.
3. No siempre se gana
Además de poder expresar tus opiniones adecuadamente, es importante no imponerlas, y conocer los puntos de vista de los demás. Es bueno saber que quieres, pero también tomar en cuenta lo que quiere la otra persona para encontrar un equilibrio que les sirva a todos.
4. Escucha activa
Hay que prestar atención no solo al mensaje de nuestro interlocutor, también debemos contemplar su lenguaje no verbal y su comunicación emocional. Debemos dejar que la otra persona se termine de expresar sin interrupciones.
5. Desarrolla tu inteligencia emocional
Sé consciente de tus emociones y aprende a regularlas, esto permitirá que puedas relacionarte abiertamente con los demás.
Recuerda que al ser una habilidad blanda, puedes aprender a ser asertivo, existen muchos cursos donde puedes aprender más a fondo sobre qué es la asertividad y como convertirte en una persona asertiva.