¿Trabajar por dinero?
Opuesto a lo que podrías llegar a pensar, la respuesta tendría que ser un no absoluto.
Es fundamental tener la motivación de que tu trabajo tiene un propósito y es útil para los demás.
Cada día inviertes demasiadas horas desempeñando un montón de funciones, ¿no te gustaría encontrarle un sentido trascendental a lo que haces? Estar involucrad@ e inspirad@ marca la diferencia en cuanto a cómo afrontar el trabajo en muchos aspectos. Por supuesto, quienes trabajan esperan su nómina cada quincena; pero más allá de una recompensa económica, necesitan saber que su esfuerzo sirve para algo. Imagina que le pagas a alguien por cocinar un pastel, y cuando te lo entrega, lo destruyes delante de sus ojos sin siquiera haberlo probado. Verás su nivel de frustración aumentar rápidamente. Numerosos estudios han tratado de descubrir qué provoca que los empleados estén más conectados con su trabajo en comparación de solo trabajar por dinero. Como resultado, han establecido una correlación entre cuatro factores clave: engagement, desempeño laboral, conducta proactiva y personalización del trabajo. Dicho de otra forma, l@s emplead@s con engagement no solo son capaces de aprovechar al máximo los recursos a la mano, sino que crean sus propios recursos, trabajando más y mejor.Diseñado por Freepik
¿Cómo incentivar el engagement en tu compañía?
El Flow o la Teoría de la Experiencia Óptima, es un “estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa”. Es decir que cuando estamos concentrados en un trabajo que nos complace, el tiempo y el espacio se diluyen, dedicando altos niveles de concentración y energía para realizarlo de manera óptima. De acuerdo a Mihalyi Cskszentmihalyi, una experiencia óptima posee las siguientes características:
1) La tarea o meta es posible de alcanzar.
2) Nos podemos concentrar en ello.
3) La tarea tiene unas metas claras.
4) Las metas claras permiten una retroalimentación inmediata.
5) Se actúa sin esfuerzo, totalmente concentrados y distanciados de preocupaciones.
6) Crea un sentimiento de control.
7) Desaparece la preocupación por la personalidad.8) El sentido de la duración del tiempo se altera.
El flujo sobreviene cuando se produce un equilibrio entre los desafíos de la tarea que estamos afrontando y las habilidades de las que disponemos para dicho afrontamiento.
La aplicación de esta teoría es muy útil en las empresas. Ésta explica cómo pueden organizarse las actividades para fomentar el disfrute y el rendimiento laboral. Se genera un estado de retroalimentación positiva que, unido a un estilo de liderazgo que empodere y reconozca a las personas, crea un círculo virtuoso y un escenario ganar/ganar que trasciende lo puramente laboral
.Desde luego, el engagement no es una constante. Las personas sufren variaciones en los niveles de activación y placer todo el tiempo, dependiendo de factores internos y externos. Pasar una mala noche o estar estresad@ por los pendientes, provoca estados de fatiga que disminuyen los niveles de activación. En la oficina, los estímulos negativos pueden incluir: un esfuerzo no reconocido, microgestión o falta de apoyo para llevar a cabo proyectos innovadores. Todo esto afecta el engagement de una persona hacia su trabajo.Quienes están realmente comprometid@s con su trabajo, están dispuestas a hacer un esfuerzo extra cuando se les requiere. Son profesionales que piensan, sienten y actúan para mantener el compromiso por iniciativa propia. Para que esto suceda, se necesita que las compañías estimulen un entorno saludable que impulse su independencia, con retos desafiantes, espacio para la innovación genuina, y también, dirigentes que confíen en las personas y las empoderen.
Considera todo esto dentro de tu propia compañía. Decide a dónde vas, cómo vas a llegar allí, y qué tipo de personas quieres a tu lado. En Asciende-Uniglobal hacemos un diagnóstico del Clima Laboral en tu empresa para que incrementes la eficiencia. Haz que tu equipo se sienta valioso y satisfecho de lo que sabe y puede hacer, no solo los hagas trabajar por dinero.